Desde la mirada de la cocina consciente , se plantea la necesidad de velar por la Justicia y Solidaridad en la cadena de suministro.
Entiendo la justicia como el principio moral de dar a cada uno lo que le corresponde, y la solidaridad como la responsabilidad de llevarlo a cabo. Ser justo con quien no posee, con quien llora, con quien necesita, con quien tiene hambre. Al parecer no existe la justicia sin la solidaridad de la empatía, entre otros valores comunes inherentes al ser humano que contribuyen al bien común, por otro lado la contribución negativa se deriva de la indiferencia y la perpetuación de la injusticia.
He visto lo injusta que percibe su realidad quien se encuentra en la fila de una olla común con máxima angustia, hambre e intentando vivir con dignidad … realidad que se vive a diario en poblaciones y guetos. Pero también he visto la justicia y solidaridad en cientos de personas, empresas y comunidades que se movilizan para colaborar entre ellos, especialmente en pandemia (https://apoyalaolla.wordpress.com/listado-de-ollas-comunes/)
Personas que vibraron en un solo corazón, apoyándose ante una de las crisis más importantes a nivel mundial de este tiempo. Chile en ese momento comenzó a creer nuevamente en un bien común. Desde la mirada de la cocina consciente que busca cuidar a las personas desde quien cultiva hasta el plato, se plantea la necesidad de un modelo económico que vele por el bien común y ver si está presente la Justicia y Solidaridad en una cadena de suministro. Las organizaciones tienen la responsabilidad de tratar a sus proveedores directos de manera justa y solidaria.
No podemos seguir participando de un modelo económico que perpetúa la inhumanidad en la trazabilidad de sus productos y servicios. Es necesario que las personas y empresas se alineen con un modelo de Economía del Bien Común (EBC), que permita no solo satisfacer las necesidades variadas e infinitas del ser humano, si no que también permita cuidar, preservar, y sostener valores como la justicia y la solidaridad. Así podremos, por ejemplo, ver tras un plato de comida una trazabilidad que cuida de sus agricultores, campesinos, temporeros, vendedores y cocineros. Una cadena de suministro justa y solidaria.
¿Está presente la Justicia y Solidaridad en mi cadena de suministros?
Desde la cocina consciente siempre nos preguntamos por la trazabilidad: ¿de dónde viene mi insumo o ingrediente? y ¿en qué condiciones trabajan quienes participan de esta cadena?
El Balance del Bien Común es una herramienta EBC que invita a las organizaciones y empresas a “mirarse hacia adentro” planteando dichas preguntas en un proceso de mejora continua de sus procesos y toma de decisiones. Este artículo trata sobre la Justicia y Solidaridad en la cadena de suministro como punto de encuentro entre los valores ya mencionados y Proveedores como grupo de interés.
Una organización EBC vela por:
● Actitud ética con proveedores directos:
Reflejado en las relaciones comerciales en forma de precios justos, condiciones de pago y entrega.
A parte de esto, realiza un reparto justo de los ingresos dentro de la cadena de valor para garantizar una existencia económica de todas las partes implicadas.
Indicadores:
1) Duración media de las relaciones comerciales con los proveedores
2) El porcentaje estimado de la relación de ingresos que se llevan los proveedores con respecto a la organización (comprobar si es justo con respecto al aporte que hace cada uno a la creación de valor)
● Promoción de la justicia y solidaridad en toda la cadena de suministro:
Las organizaciones tienen la responsabilidad de exigir un trato justo y solidario con todos los implicados en la cadena de suministro, así como de facilitarlo y promoverlo.
Indicadores:
1) Porcentaje de productos y materias primas adquiridas que llevan un sello que considera criterios de solidaridad y justicia.
2) Porcentaje de proveedores con los que se ha tratado el tema de la justicia y solidaridad, o que fueron seleccionados en base a estos criterios.