Cuando hablamos de trabajo digno podemos tratar los casos extremos de abuso, como esclavitud o trabajo infantil. Tristemente aún están presentes hoy en día en cadenas de suministro de productos de consumo común y claramente es importante generar conciencia de aquello, llamar a controlar y verificar las prácticas hasta el origen en la cadena de todo producto. Sin embargo, al mismo tiempo, muchas personas sentirán que estos ejemplos son algo lejanos, difíciles de cambiar y pensarán que aquí en Chile, generalmente, estamos mucho mejor.
Por lo tanto en este artículo me gustaría enfocar más en la realidad que vivimos aquí día a día en nuestros trabajos. No necesariamente de abusos, pero sí de una manera normalizada de enfrentar el ámbito laboral que de alguna manera va en contra de la dignidad de las personas.
¿Se ve en estos casos la dignidad humana?
Encontré un muy buen ejemplo del resultado de esta normalización en la noticia de la aprobación de una nueva ley que otorga un permiso laboral de medio día para toda persona que es llamado a vacunarse dentro de una campaña de vacunación nacional. ¿Es necesario instalar una ley para dar posibilidad a las personas de vacunarse si así lo desean?
Otras consideraciones:
- ¿Por qué en varias empresas aún existe una cultura de horas extras: que más tiempo en el trabajo, después del horario laboral, es mejor visto? ¿Por qué necesitamos una ley para hacer posible tener una semana laboral de 40 horas a la semana? ¿Por qué es tan poco usual trabajar part-time, y varias empresas no te lo aceptan? ¡Para jefaturas menos aún!
- ¿Por qué el sueldo mínimo en Chile es muy bajo en comparación con el costo de vida?
- ¿Por qué aún hay empresas que temen una organización de representantes de trabajadores?
- ¿Por qué en muchos casos los trabajadores deben marcar la entrada y salida con huella?
- El Estado ¡que debería dar el mejor ejemplo! tiene la mayor parte de su personal boleteando y no les paga, sin pagar sus previsiones.
Y así puedo seguir un rato más. La cultura laboral en Chile está muy basada en el control y la desconfianza hacia los trabajadores.
Ok, último ejemplo, recuerdo que me impactó mucho cuando empecé a trabajar en Chile: Si te sientes enfermo, como un gripe o resfriado, no puedes ir a acostarte calientita en la cama para descansar y mejorarte. No, así de enfermo debes ir a un centro médico, esperar tu turno en una sala de espera con otros enfermos e ir a un médico para que te dé una licencia para justificar tu ausencia en el trabajo. Y el mismo médico te dirá: vaya a su cama a descansar y espera que te mejores, más probable en 2 días. Y esta licencia ni siquiera te sirve para que te paguen los días que faltaste (solo si es mayor a 3 días), es sólo porque no te creen si sólo avisas que te sientes mal y te quedarás un día en la cama para pronto estar bien nuevamente.
¿Por qué ya no confiamos el uno en el otro?
¿Se puede construir un ambiente de trabajo digno si no hay confianza mutua, si no hay conciencia sobre un buen equilibrio entre la vida privada y laboral?
¿Será que no es conocimiento general que personas felices con buena salud mental y físico son más productivos en su trabajo? Especialmente cuando se sienten reconocidos, autónomos, con una vida plena aparte de su trabajo y descansados. Además se quedan por más tiempo en la misma empresa y son más leales.
Un aspecto importante de un ambiente de trabajo digno son las relaciones laborales, especialmente entre las jefaturas y los colaboradores. Interiorizar que somos todos parte de la misma organización con el mismo objetivo. Para fomentar este sentimiento en común es importantísimo también ver a cada persona individual y entender su aporte a este objetivo en común. De esta manera mostrar el sentido del trabajo en sí y reconocer el aporte de esta persona. Al mismo tiempo, es importante tomar en cuenta los deseos y aspiraciones de este individuo, preguntarse ¿por qué está en la empresa en la cual está? ¿Qué le gustaría lograr? ¿Cómo le podemos ayudar en esto? Y también entender si la persona prefiere dedicar menos que 40 horas a la semana a su vida laboral sin descalificar sus talentos o aportes.
Ya debería ser de conocimiento común que más tiempo presente en el trabajo no significa más productividad, ¡al contrario! Estudios indican que en promedio sólo somos capaz de ser productivo por 6 horas al día, si tomamos buenas pausas intermedias, y en promedio sólo somos productivos 3 horas al día. Está demostrado demostrado que jornadas laborales más cortas resultan en más productividad y un mejor ambiente laboral.
¿Entonces para qué insistir en quedarse más tiempo en el trabajo?
¿Está presente la Dignidad Humana en mi trabajo?
La Economía del Bien Común (EBC) por medio de su Balance invita a las organizaciones a mirarse a sí mismas a través de la evaluación de sus procesos en pos de una mejora continua. El balance relaciona valores con grupos de interés, en este artículo se trata de la dignidad humana en el puesto de trabajo (tema C1).
Respecto a la dignidad en el trabajo creo que el primer paso es generar un ambiente de confianza y colaboración. Y en paralelo buscar el equilibrio entre la vida privada y laboral. Ver a los colaboradores de una organización como las personas que realmente son, incluyendo su vida privada, intereses, aspiraciones y potencial.
Una organización de la Economía del Bien Común:
- Practica una comunicación y cultura organizacional abierta y respetuosa.
- Cuida de que sus personas empleadas colaboradores tengan posiciones cargos acordes con sus virtudes personales, establece ciertos márgenes para organizarse autónomamente y fomenta el desarrollo profesional y personal de todas las personas empleadas.
- Considera la diversidad un recurso.
Algunas preguntas introductorias para empezar a evaluar su propia empresa son:
- ¿Qué entendemos en nuestra organización por dignidad humana en la vida laboral
- ¿Cómo podemos cuidar de la dignidad de las personas en nuestra organización?
Para promover una cultura organizacional orientada a las personas, las siguientes preguntas del Manual del bien Común ayudan a valorar su organización:
- ¿Qué medidas y procesos han sido ya puestos en marcha para conseguir una cultura organizacional que pone en el centro a las personas? ¿Y qué podemos mejorar en ella?
- ¿Cómo se abordan los errores y conflictos en la organización?
- ¿Cómo se fomenta una organización autónoma del trabajo autónoma y la asunción de responsabilidad?
Espero que este pequeño análisis ayude a re-enfocar el ambiente y las relaciones laborales para asegurar un entorno y trato laboral digno para todas las personas. Que la frase “tengo que ir a trabajar” se convierta en un “quiero ir a trabajar” con sentimiento de orgullo y placer por saber que el trabajo que uno hace tiene un impacto positivo en la sociedad, que nos hace crecer como persona y nos reconocen por ello.